En Cudillero desde hace siglos, Pixuetos y Caízos ya no esperan la indispensable autorización de los poderosos Omaña para encender fuego en sus hogares, ni las luces reflejadas sobre la mar confunde a los enigmáticos Pixuetos temerosos de la Guáspida.
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Antigua dársena de Cudillero. Asturias. |
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