Pardillo

Los pardillos no son unos pardillos.
La expresión popular, “pardillo”, para calificar a una persona ignorante deriva del color pardo del paño tosco y sin teñir de la vestimenta que tenían en el siglo XVII las gentes pobres e incultas. "Gentes de pardillo".
El pardillo es un excelente e incansable cantor, lo que, desgraciadamente, le condenó a ser pájaro de jaula. De su afición por las semillas de lino y de cáñamo deriva su nombre científico, Linaria cannabina.
Los machos en la época nupcial intensifican su característico rojo carmesí de pecho y frente. Fuera de la época de reproducción viven en grandes bandos incluso con otras especies.

Pardillo común macho, Linaria cannabina. julio Cabo Peñas.

Pardillo común hembra, Linaria cannabina. julio Cabo Peñas.

Pardillo común macho, Linaria cannabina. julio Cabo Vidrias.

Pardillo común hembra, Linaria cannabina. julio Cabo Vidrias.

Púrpura

Cuenta la leyenda que al perro que acompañaba al dios fenicio Melkart y a la ninfa Tyrus en un paseo por la orilla del mar en la ciudad de Tiro se le tiñó el hocico de color púrpura al olisquear una cañadilla o cañailla, (Bolinus brandaris). La ninfa, al ver tan bello color, le dijo al dios que solo sería su amante si le regalaba un vestido teñido de aquel color púrpura. Así nació el exclusivo tinte, Púrpura de Tiro y su próspera industria.
Este tinte se producía con una fórmula secreta a partir de la sustancia segregada por una glándula del molusco cuando se sentía amenazado, esta sustancia, tras el contacto con la luz se volvía púrpura. Para obtener un solo gramo de tinte en polvo se necesitaban unas diez mil cañadillas o para teñir un manto real unos tres millones, resultando tan extremadamente caro que solo se podía utilizar en productos de lujo para las élites más altas. La Púrpura de Tiro, púrpura real o púrpura imperial llegó a valer en el siglo III a.C., más que el oro. Las telas teñidas con este color eran exclusivas; distintivo de estatus social, de autoridad y de poder. Era el tinte de los dioses. La producción en Tiro de este tinte natural terminó en el siglo XV al perderse la secreta receta ancestral. En la actualidad se puede comprar tinte natural púrpura de molusco por unos dos mil quinientos euros el gramo.

Estos curtidos pescadores portugueses del Algarve extraen las Canilhas (cañadillas) de sus redes en el puerto de la marinera y turística Tavira donde, como en el resto de la península ibérica, son consumidas como tapas o aperitivos con intenso sabor a mar. En el Algarve, se pueden comprar a unos veinte euros/kilo en la plaza del pescado. Me temo que estos marineros no se harán ricos con el Bolinus brandaris.

Marinero de Tavira desenredando Bolinus brandaris

Tripulación desenredando en Puerto de Tavira Algarve Portugal.

Cañadilla, Bolinus brandaris teñidas de Púrpura

Fresnel

Tras la época de las hogueras de señalización, en 1852 se inauguró el asturiano Faro de Cabo Peñas. Primero funcionó con lámpara de aceite, a continuación con una de incandescencia de petróleo y tras la remodelación del edificio en 1929 se instaló una lámpara de vapor de petróleo hasta que, en 1946 se electrificó el faro. En 1951 se instaló la primera sirena y en 1956 el primer radiofaro.
Esta bella linterna cilíndrica de 4,2 metros de diámetro y 2,8 metros de altura con cúpula semiesférica y cupulino con veleta y pararrayos contiene en su interior un sistema óptico tipo Fresnel de primer orden con 920 mm de distancia focal y 2,59 metros de diámetro capaz de hacerse visible a 35 millas náuticas, casi 65 kilómetros. El Faro de Cabo Peñas emite 3 destellos de luz blanca cada 3 segundos. La sirena emite, en morse, la letra P y el radiofaro PS.
Gracias al innovador sistema óptico desarrollado por el físico e ingeniero francés Augustin-Jean Fresnel (1788-1827), utilizado también en múltiples aplicaciones como los faros de automóviles, se consiguió enviar la luz de los faros marinos a grandes distancias con lentes menos pesadas y costosas al construirlas con consecutivos anillos concéntricos de vidrio o plástico que amplifican la luz del emisor y la concentran en una dirección. Con esta innovación técnica mejoraron los faros y se evitaron y, siguen evitando, miles de naufragios en todos los mares del mundo.

Linterna, cúpula y cupulino del Faro de Cabo Peñas.

Edificio Faro de Cabo Peñas. Asturias.

Aldea

Así será la aldea moderna, un auténtico lujo. Calidad de vida, riqueza y futuro para Asturias, si se gestiona sabiamente. ¿Sabremos?

Un ejemplo de aldea moderna.

Barbería

El barbero, uno de los oficios más antiguos del mundo que ha sobrevivido, desde el paleolítico hasta nuestros días, adaptándose a las necesidades de cada época. Los barberos del antiguo Egipto rasuraban integralmente a los sacerdotes cada tres días para purificarles, en la antigua Grecia se crearon las primeras barberías populares y, en la Edad Media, en competencia con los médicos, los barberos también fueron cirujanos.
Ir a la barbería en el Valle de Cachemira es, todavía, casi un ritual, un íntimo y ancestral ceremonial donde barbero, cliente y acompañante hablan sosegadamente de lo divino y lo humano, intercambian confidencias, debaten y se ponen al día de la vida social mientras se arregla la barba, se rasura la cabeza, o ambas cosas.
Solo brocha, pocillo, navaja, espejo y la omnipresente cachimba (hookah) son imprescindibles para los maestros barberos del norte de la India, el resto de enseres, sencillamente sobra.
Aquí la prisa nunca es invitada, lo cual agradece la tradición y, sobre todo, el gaznate del cliente.

Barbería en Srinagar, Cachemira. India.