Púrpura

Cuenta la leyenda que al perro que acompañaba al dios fenicio Melkart y a la ninfa Tyrus en un paseo por la orilla del mar en la ciudad de Tiro se le tiñó el hocico de color púrpura al olisquear una cañadilla o cañailla, (Bolinus brandaris). La ninfa, al ver tan bello color, le dijo al dios que solo sería su amante si le regalaba un vestido teñido de aquel color púrpura. Así nació el exclusivo tinte, Púrpura de Tiro y su próspera industria.
Este tinte se producía con una fórmula secreta a partir de la sustancia segregada por una glándula del molusco cuando se sentía amenazado, esta sustancia, tras el contacto con la luz se volvía púrpura. Para obtener un solo gramo de tinte en polvo se necesitaban unas diez mil cañadillas o para teñir un manto real unos tres millones, resultando tan extremadamente caro que solo se podía utilizar en productos de lujo para las élites más altas. La Púrpura de Tiro, púrpura real o púrpura imperial llegó a valer en el siglo III a.C., más que el oro. Las telas teñidas con este color eran exclusivas; distintivo de estatus social, de autoridad y de poder. Era el tinte de los dioses. La producción en Tiro de este tinte natural terminó en el siglo XV al perderse la secreta receta ancestral. En la actualidad se puede comprar tinte natural púrpura de molusco por unos dos mil quinientos euros el gramo.

Estos curtidos pescadores portugueses del Algarve extraen las Canilhas (cañadillas) de sus redes en el puerto de la marinera y turística Tavira donde, como en el resto de la península ibérica, son consumidas como tapas o aperitivos con intenso sabor a mar. En el Algarve, se pueden comprar a unos veinte euros/kilo en la plaza del pescado. Me temo que estos marineros no se harán ricos con el Bolinus brandaris.

Marinero de Tavira desenredando Bolinus brandaris

Tripulación desenredando en Puerto de Tavira Algarve Portugal.

Cañadilla, Bolinus brandaris teñidas de Púrpura