Cargadero

En el albor del siglo XX, los avances técnicos en la transformación del mineral del hierro y la gran demanda de acero que había en Europa hicieron rentable la explotación de los yacimientos de Vilaouriz, (Lugo).
Una vez extraído el mineral se enriquecía, eliminando impurezas, en hornos de calcinación construidos en A Pontenova, desde allí se transportaba mediante una línea ferroviaria de 34 kilómetros hasta Porto Estreito en Ribadeo donde se construyó un cargadero con tres pilares de mampostería que soportaban una estructura metálica con un enorme voladizo final para que los vagones del tren alcanzaran los barcos fondeados a 55 metros de la orilla y cargaran con destino, principalmente, a Inglaterra y Alemania.
La explotación tuvo grandes altibajos a lo largo de su historia como consecuencia de las guerras mundiales y civil. En la década de los cincuenta cesó definitivamente su actividad, aunque el ferrocarril continuó funcionando para viajeros hasta 1964.
La estructura metálica del cargadero fue derribada y vendida como chatarra. Posteriormente se rehabilitó todo el entorno como parque etnográfico y se colocó una estructura de madera recordando a la original sin el voladizo.

Parque Etnográfico del Cargadero, Ribadeo, Lugo.

Hornos de calcinación para mineral de hierro de Vilaoudriz en A Pontenova, Lugo.