Al morir Cristo en la cruz, la descorazonada vendedora se convirtió en una tórtola turca, quedando obligada a repetir, durante toda su vida, el particular zureo de la tórtola turca; “dieciocho, dieciocho” (dekaochtó).
Propósito del Blog
sábado, 7 de junio de 2025
Dieciocho
Cuenta una leyenda que un soldado se compadeció de Cristo cuando, maltrecho, subía con la cruz a cuestas al Calvario. Para aliviarle la sed, fue a comprar un cuenco de leche, pero, la vendedora exigía dieciocho monedas y el soldado solo tenía diecisiete. Por mucho que lo intentó no logró convencerla para que le rebajara el precio. Ella repetía continuamente, dieciocho, dieciocho, .....
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