El escribano triguero en primavera y verano, su periodo nupcial, es un incansable cantarín. Desde lo alto de su atalaya preferida advierte a sus congéneres de que la zona le pertenece y que está dispuesto a rechazar a los intrusos. Sin embargo, durante el otoño e invierno forma bandos y se comporta como gregario.
Tiene un característico apéndice en el pico que le facilita romper los granos con que mayoritariamente se alimenta, aunque curiosamente, alimenta a sus crías con pequeños invertebrados.
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Emberiza calandra (Escribano) marcando territorio |
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