Los cormoranes, y otras muchas aves buceadoras, tienen una excelente visión en el medio aire y también en el interior del medio agua. Necesitan poder moverse entre la vegetación, posarse con precisión sobre ramas, etc. y a la vez, instantáneamente, tener una excelente agudeza visual debajo del agua para poder cazar a rapidísimos y escurridizos peces en su medio.
Para conseguirlo necesitan, entre otras cosas, tener una gran capacidad de acomodación óptica modificando el espesor del cristalino para adecuarlo a cada medio. Mientras que el hombre tiene una capacidad de acomodación óptica, dependiendo de la edad, de unas 3 a 10 dioptrías, el cormorán grande tiene 50 dioptrías. El ojo del cormorán, una bella maravilla evolutiva.